martes, 13 de abril de 2021

Evolución de los paradigmas sobre el concepto de diversidad funcional

Según el investigador madrileño Rafael Conde, “desde la antigüedad, la postura

 social ante la discapacidad ha oscilado entre el rechazo –y eliminación- de la 

persona con discapacidad y la compasión ante la tragedia” (2014). La abogada 

Mónica Isabel Hernández explica que en ese periodo “la persona con 

discapacidad era tratada como un animal salvaje, pero en la Edad Media 

disminuyen las medidas más drásticas aumentando la exposición y el abandono

de niños, así como los asilos, reformatorios y manicomios” (2015). La misma autora

expresa que estas ideas se moderaron hacia finales del siglo XVIII y comienzos 

del XIX, momento en el que surge el modelo médico, también llamado rehabilitador. 

Desde esta perspectiva, “se alude a la discapacidad como enfermedad y se 

considera que la persona con discapacidad puede aportar a la sociedad siempre

 y cuando sean rehabilitadas y logren parecerse a las demás, para tener valor

como personas” (Ibíd.).

 

En palabras de la autora Hernández, con el objetivo de “corregir lo que quedó

faltando en el médico” (Ibíd.), surge en los años sesenta y setenta del siglo XX el

enfoque social. Para entender qué defiende este modelo, se expone la definición

de Rafael Conde: “este modelo observa la discapacidad como un problema de origen

social y que no puede explicarse plenamente por los atributos individuales de la 

persona” (2014). 

 

Posteriormente, el mismo autor explica, refiriéndose tanto al modelo médico como

al social, lo siguiente: “la OMS declara que ninguno de los dos modelos es 

adecuado por sí mismo” (Conde, 2014), por ello, tal y como se refiere en este 

mismo artículo, se aunaron ambas perspectivas dando lugar al enfoque biopsicosocial.

Desde este punto de vista, se define la discapacidad como: “un fenómeno complejo 

que es al mismo tiempo una consecuencia de un problema del cuerpo humano y de

un complejo fenómeno social” (Ibíd.).

 

Por último, se presenta el modelo más actual acerca de la concepción de la 

discapacidad: la diversidad funcional, término propuesto en 2005 por el Foro de

Vida Independiente. La base de este modelo, según el profesor universitario Joan

Canimas, es que “las personas no tienen deficiencia, sino diversidad, de lo cual se 

deduce que lo que sufren no es discapacidad, sino marginación e injusticia debido 

a su diversidad” (2015). Asimismo, “considera que la sociedad no sólo construye

la discapacidad, como sostiene el paradigma biopsicosocial, sino también la 

deficiencia, y lo que debería ser percibido como otra manera de ser y de hacer 

las cosas, lo es como un déficit no deseable” (Ibíd.). Por este motivo, proponen

evitar el uso de la palabra discapacidad y utilizar en su lugar diversidad funcional

con el objetivo de, según Conde, “eliminar la negatividad en la definición del 

colectivo y cambiarla por la idea positiva de diversidad” (Conde, 2014). 

 

BIBLIOGRAFÍA

Conde Melguizo, R. (2014). Evolución del concepto de discapacidad en la sociedad contemporánea: 

de cuerpos enfermos a sociedades excluyentes. Praxis Sociológica (18). Recuperado de: 

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4776246.

 

Hernández Ríos, M. I. (2015). El Concepto de Discapacidad: De la Enfermedad al Enfoque de 

Derechos. Revista CES Derecho 6(2). 

Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/cesd/v6n2/v6n2a04.pdf.

 

Canimas Brugué, J. (2015). ¿Discapacidad o diversidad funcional?. Siglo Cero 46(2). 

Doi: http://dx.doi.org/10.14201/scero20154627997 

No hay comentarios:

Publicar un comentario